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quarta-feira, 6 de fevereiro de 2013

Pimientos

1 febrero 2013
No sólo se ven bien: agregar pimientos en el menú puede levantar tu ánimo; así que no es de extrañar que sean adictivos, dicen Clarissa Hyman y Elsa Navarrete.



De color rojo intenso, amarillo canario, naranja encendido y verde tropical, los pimientos alegran tanto los puestos del mercado como cualquier platillo con espíritu festivo. Son el primer peldaño en la escala de picor hacia un infierno de chiles en llamas.


Crujientes y suaves, su carnosidad se revela tras la primera mordida siendo un producto muy versátil en la cocina. Pueden comerse fritos, asados, horneados o a la parilla, así como en crudo, aunque hay quien dice que son de difícil digestión.

Al cocinarlos segregan jugos ligeramente dulces con los cuales pueden elaborarse sopas y salsas. Encontrarás pimientos morrones ya sea en platos clásicos como el ratatouille, la salsa criolla argentina u otros platillos europeos, y gracias a su forma casi cuadrada son ideales para rellenar con arroz y carne.

El pimiento, en sus distintas variedades, le da vida a la cocina mediterránea y es un ingrediente típico de las comidas españolas. En el restaurante D.O. de la Ciudad de México se pueden degustar los clásicos pimientos del piquillo rellenos de txangurro (cangrejo de pinzas), un manjar vasco que es confeccionado por el chef Pablo San Román. También son protagonistas en diversas ensaladas italianas como la peperonata, en donde los pimientos se marinan en aceite para después cocinarlos a la parrilla hasta que se carboniza la piel y se le retira, un truco para transformar su textura y sabor.
Aprovechando la fuerte demanda que tiene actualmente el pimiento en el extranjero y el cultivo de invernadero, los productores mexicanos han incrementado en un 36% las exportaciones de esta variedad de chile en los últimos cinco años, siendo Sinaloa el principal productor. Para su cultivo se necesita sol y un clima de templado a cálido, aproximadamente de 21 a 30°C. 

No necesitas un gran jardín para cultivarlo. Esta hortaliza amante de la luz crece con fuerza en macetas y mejor aún porque, cuando se cultiva así, madura más rápido que sus primos cultivados en tierra. Se cosecha en verano-otoño, pero gracias a los invernaderos controlados lo encontramos todo el año. Ya en tu cocina, corta el pimiento rojo en tiras y prepara un pescado a la veracruzana o combínalo con otras verduras para una ensalada.

Tanto los pimientos como los chiles están en diferentes niveles del género de plantas capsicum, originarias de México, Centroamérica y Sudamérica. Estos frutos picantes son una intensa especia que le da vida a diversos platillos, y desde que los exploradores españoles se los llevaron a Europa en el año 1493 se hicieron populares; hecho que demostró el deseo de encontrar un sustituto para los costosos granos de pimienta.
















Fonte: Food and Travel México